La Asociación de Periodistas Europeos organizó hace unos días una comida con Fernando Lugo, ex obispo y probable candidato de la izquierda a las presidenciales paraguayas de abril de 2008. Al principal aspirante a terminar con la hegemonía del Partido Colorado, que lleva gobernando el país durante los últimos 60 años, se le nota que sabe lo que no quiere, pero que está lejos de tener un programa político definido. Y, por eso, se dedicó a escuchar los consejos de Miguel Ángel Aguilar y compañía, que sobre todo le pidieron que no incurriera en errores como, por ejemplo, los de Evo Morales al enviar al ejército a tomar control de las explotaciones de hidrocarburos cuando las renacionalizó al poco de llegar al poder. Su argumento es que las imágenes de los soldados bolivianos que recorrieron el mundo, pensadas para consumo interno de sus simpatizantes, le pusieron a Evo la etiqueta de populista, de la que es muy difícil librarse y que perjudica notablemente sus relaciones con las compañías multinacionales.
A una persona tan poco sospechosa como el vasco Xabier Azkargorta, seleccionador de fútbol de Bolivia a mediados de los noventa, le preguntaron hace tiempo por ese mismo populismo que reflejaban las actuaciones de Morales. Su respuesta no podía ser más contundente: "el que ha vivido allí le entiende perfectamente".
No deja de sorprenderme la capacidad que existe desde occidente para extender certificados de democracia a países con una situación política, social y económica totalmente diferente a la nuestra y que conocemos de forma superficial. Porque además, en el caso boliviano, la mayoría de las empresas que operaban en el país siguen allí bajo las condiciones impuestas por el gobierno de Morales. Es decir, siguen haciendo negocio controlando un porcentaje de los beneficios de las explotaciones cuatro veces menor del que tenían antes de la llegada de Morales.
En resumen, si Lugo consigue superar las dificultades que están surgiendo dentro de la Concertación para encabezar la candidatura, fomentadas en gran parte por el presidente paraguayo, Nicanor Duarte, la 'corrupcióncracia' levantada por el Partido Colorado se va a ver seriamente amenzazada, y debería importarle bastante poco lo que piensen en Madrid, Londres o Nueva York, si consigue desmontarla. Porque las multinacionales van seguir operando allí donde haya negocio, independientemente de que el gobierno respectivo sea 'populista' o no.
'Líder opositor paraguayo se aleja de ex obispo Lugo' El Universal (Venezuela)
http://www.eluniversal.com/2007/07/13/int_art_lider-opositor-parag_358984.shtml
'El ex obispo Fernando Lugo figura como favorito en las encuestas para ser el próximo presidente de Paraguay' Terra Noticias
http://actualidad.terra.es/nacional/articulo/ex_ypfb_repsol_petrobras_1688862.htm
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